Identidad Bíblica

Muchos entienden que una iglesia es bautista cuando aplica el bautismo a aquellos adultos que creen en el Señor Jesucristo, sin tomar en consideración si tales personas fueron bautizadas en la infancia o no; y, ciertamente, las iglesias bautistas sostienen esta práctica.

Por las Escrituras entendemos que es después que la persona cree y se arrepiente que debe ser bautizada por inmersión, no como un requisito para ser salvo, sino más bien como un testimonio público de su profesión de fe (Mat 3:1-12, 28:19-20 y Hechos 2: 37-41).

Sin embargo, no es la práctica de bautizar a los adultos creyentes lo que determina que una iglesia sea “bautista”.

¿Qué significa que una iglesia afirme ser bautista?

Vamos a limitarnos a dos cosas esenciales:

  1. Lo que los bautistas creen con respecto a la naturaleza de la iglesia
  2. Lo que creen con respecto a su gobierno.

Caracteristicas

Los bautistas creemos que la Escritura enseña que la iglesia se compone de aquellos que han sido regenerados por el Espíritu Santo y han sido traídos eficazmente al arrepentimiento de sus pecados y a la fe en nuestro Señor Jesucristo.

En consecuencia creemos que sólo los que profesan fe deben ser considerados para ser miembros de una iglesia local. Hechos 2: 47 – Lucas nos dice: que eran añadidos los que estaban siendo salvados por el ministerio de la Palabra. 1 Co 1: 1-2.

Así como la salvación es un asunto personal, así también la membresía de la iglesia.  No somos salvos por pertenecer a una familia de creyentes, o por ser ciudadanos de alguna nación en particular. Mat. 3: 8-9, Juan 1: 12-13, 8: 31-47.  Pues del mismo modo debemos llegar a ser parte de una iglesia local por una decisión personal.

a)  Creemos que cada iglesia local es autónoma y que cada una debe ser gobernada por pastores elegidos por la misma iglesia. Mantenemos una relación de amor y comunión con muchas iglesias alrededor del mundo, pero cada iglesia con sus líderes tienen la autoridad de tratar de decidir sobre sus asuntos internos conforme a la voluntad de Cristo, quien es la Cabeza de la iglesia de acuerdo a lo revelado en Su Palabra.

 b)  En Hechos 2: 42, Efesios 2: 20, encontramos a las iglesias  teniendo comunión entre sí, cada una de ellas cimentada en las enseñanza de los apóstoles y cada una gobernada por un consejo de pastores elegidos con la aprobación de la Iglesia.

Filipenses 1:1 Esta era una iglesia local que se congregaba en Filipos, teniendo sobre ellos un grupo de pastores asistidos por un grupo de diáconos. Estos son los únicos oficiales que el Nuevo  Testamento menciona (1 Timoteo 3: 1-13, Tito 1: 5-9).

Los apóstoles no crearon ningún tipo de estructura que estuviera por encima de un grupo de iglesias, aunque las directrices apostólicas sí ataban a todas las iglesias neo testamentarias.  Todas tenían la misma base, el fundamente apostólico, pero cada una tenía sus propios líderes particulares. Esa es la evidencia bíblica en que funcionaban las iglesias en la era apostólica y así funcionan también la mayoría de las iglesias bautistas.

Estamos tocando puntos que son distintivos de los bautistas para poder explicar lo que este nombre comunica; sin embargo, estos distintivos no anulan el hecho de que somos una iglesia evangélica,  parte de la comunidad más amplia de iglesias, que si bien no pensamos lo mismo en algunos asuntos como estos que hemos mencionado, sí pensamos lo mismo en aquellas doctrinas  que son esenciales al evangelio.

Las dos primera Confesiones de Fe de los bautistas fueron publicadas en Londres en 1644 y 1689, entre otras razones, para establecer su total acuerdo con las otras confesiones de sana doctrina que habían surgido de la Reforma.

Una de estas fue la Confesión de Fe de Westminster (fue el producto de más de 1000 reuniones que por cerca de 4 años, llevaron a cabo un centenar de teólogos de Inglaterra, Escocia e Irlanda a partir de 1642.

Esta declaración de Fe se encuentra acorde con las más sanas y precisas declaraciones doctrinales producidas por la Iglesia de Cristo, sobre todo en sus primeros años, cuando la corrupción doctrinal que vendría no se había hecho sentir con todas sus fuerzas.

En el tiempo en que esta Confesión de fé fue escrita, los bautistas en Inglaterra estaban siendo rechazados aun por algunos creyentes, porque pensaban que estaban conectados con los grupos anabaptistas heréticos.

El pastor Charles Spurgeon, el conocido pastor bautista del siglo pasado, dijo lo siguiente acerca de la Confesión de Fe: “Este documento antiguo es un excelente resumen de aquellas cosas creídas entre nosotros. Aceptamos el mismo no como una regla autoritativa o como un código de fe, sino como una ayuda en la controversia, una confirmación en la fe y un medio de edificación en la justicia. En él los miembros de esta iglesia tendrán un pequeño resumen doctrinal y por medio de las pruebas bíblicas allí contenidas estarán preparados para dar razón de la fe que hay en ellos”.

No creemos, de ningún modo, que este documento sea perfecto y mucho menos inspirado. Nuestra única regla infalible de fe y práctica es la Palabra de Dios y no ningún documento escrito por hombres (2 Timoteo 3: 16-17, 2 Pedro 1:16:21).

Sin embargo también  reconocemos que es de  suma importancia que toda iglesia pueda expresar en una forma clara, ordenada y precisa, lo que cree que la Biblia enseña acerca de las doctrinas más importantes. Y eso es precisamente lo que hace una Confesión de fe.

Estas confesiones de fe producidas por la Reforma se mantuvieron conectadas con el cristianismo histórico reconociendo que la Iglesia no se había re-inventado.   Hnos. la iglesia de Cristo tiene 20 siglos de historia y nosotros no podemos desligarnos de ese pasado. Hay dos características primordiales que distinguen a una secta:

–         La primera es que hacen hincapié en algunos puntos distintivos por encima de todo el consejo de Dios;

–         La segunda es que afirman ser los descubridores de una verdad que la iglesia nunca había visto en el pasado.

Así que si alguien nos pregunta qué somos, podemos responder: Somos una iglesia evangélica y dentro de las iglesias evangélicas nos identificamos como bautistas por lo que creemos acerca de la naturaleza de la iglesia, de su membresía y de su gobierno.  Pero hay algo más  que podemos y debemos decir acerca de nuestro ministerio.



 a) Básicamente un retorno a las Escrituras; un intento decidido de conformar una Iglesia que no estuviera infectada de doctrinas y prácticas humanas.

 

b) Reforma es volver a la forma original y eso fue básicamente lo que contribuyó la Reforma protestante: una vuelta a las Escrituras para que tanto la vida del individuo como el ministerio de la iglesia fuesen conformados a la voluntad de Dios revelada en Su palabra.

Contexto


Características de las iglesias reformadas:

Adoración – Predicación – Soberanía de Dios – Ley Moral – Vida Cristiana Práctica

El principio regulativo de la adoración

Este principio sostiene que la adoración de la Iglesia ha sido regulada por Cristo en Su Palabra de tal manera que solo tenemos derecho a incluir en nuestros cultos aquello que Dios ha ordenado expresa e implícitamente.

En palabras más simples: “Lo que se ordena es correcto, y lo que no se ordena es erróneo”[2]  Las iglesias reformadas se oponen al punto de vista anglicano que afirma que en la adoración a Dios no sólo debemos hacer lo que Cristo ha mandado en Su Palabra, sino que podemos incluir también todo aquello que no ha sido expresamente prohibido y que contribuya de algún modo a la devoción del pueblo de Dios.

Argumentos bíblicos:

a)      Es el derecho de Dios y no del hombre pecador, determinar la manera correcta de acercarnos a Él (Deuteronomio 12: 29-32, Josué 1: 7, 23:6-8) Es Dios quien debe establecer los parámetros que rigen Su adoración y no nosotros, que somos criaturas pecadoras y débiles.

b)      La Biblia condena toda adoración que no haya sido ordenada por Dios. Nadab y Abiú fueron castigados por encender en el tabernáculo de reunión un fuego extraño que Dios no había mandado (Levítico 10:1-2).

No era un fuego prohibido, pero tampoco había sido explícitamente ordenado y por lo tanto no debía ser usado en el tabernáculo.

En el Nuevo Testamento vemos que Cristo acusó a los fariseos de adorar a Dios en vano por tratar de honrarle con mandamientos de hombres (Mateo 15:13). Y a la mujer samaritana le hizo saber que la adoración de su pueblo era inaceptable porque no tomaba en cuenta la revelación de Dios (Juan 4:22)

Dios debe ser adorado en espíritu, pero también en verdad (Juan 4: 23-24). En Colosenses 2: 20-23, Pablo condena todo tipo de religión auto inventada (culto voluntario- culto elegido por uno mismo- ethelothreskia).

c)      La iglesia es la casa de Dios, no la nuestra y, por lo tanto, en esa casa las cosas deben hacerse como el Dueño lo dispone y no como nosotros deseamos.  1 Timoteo 3: 14-15

d)      Las prácticas extrabíblicas tienden a socavar la adoración prescrito por Dios.  Nuestro Señor dijo a los fariseos que ellos invalidaban el mandamiento de Dios para guardar su tradición (Marcos 7:9, Mateo 15:3, 8-9).   En los cultos de muchas iglesias evangélicas se han introducido prácticas innumerables en el día del Señor que no encuentran apoyo alguno en la Palabra de Dios: dramas, películas, conciertos que sustituyen la predicación y la adoración corporativa del pueblo de Dios.

e)      Cuando añadimos prácticas extra bíblicas para hacer la adoración más atractiva o para aumentar la devoción de los que adoran, estamos impugnando la sabiduría de Cristo y la suficiencia de las Escrituras.  Decimos que hay cosas que Cristo ha dicho que son inútiles, y concluimos que las Escrituras no contiene todo cuanto es necesario para adorar a Dios apropiadamente. Contradiciendo 2 Timoteo 3: 16-17

Una iglesia reformada es aquella que continuamente se pregunta: ¿Estamos haciendo algo como Iglesia que no sea bíblico? ¿O habrá algo que la Biblia nos ordena que hagamos que no estamos haciendo?

La Preeminencia de la predicación como medio de salvación y edificación.

Creemos que la predicación es el medio por excelencia que Dios usa para la salvación de los pecadores y la edificación de Su pueblo.  No creemos que sea el único medio utilizado por Dios, pero sí creemos que la predicación es el principal instrumento que usa Dios para lograr estos propósitos (Romanos 10: 14-17, 1 Corintios 1: 18-21, Juan 17: 17)

Es por esto que a raíz de la reforma, el púlpito comenzó a ocupar un lugar central en los edificios destinados para la reuniones del pueblo de Dios. Donde antes estaba el altar para la celebración de la misa, los protestantes colocaron el púlpito para la predicación de la Palabra (1 Timoteo 4:6, 11, 13, 15-16, 2 Timoteo 4: 1-4 (El término protestante deriva del latín protestari, que significa declaración pública o protesta, en la protesta de los 5 príncipes electores y 14 ciudades imperiales alemanas contra la decisión de la Dieta de Espira en 1529, que reafirmaba el edicto de la Dieta de Worms de 1521, en el que se proscribía creer y enseñar las doctrinas luteranas).

El término protestante no se utilizó en su origen para describir a los reformadores, sino posteriormente para describir a los diferentes grupos disidentes de la ortodoxia católica. Desde entonces se ha utilizado en diferentes sentidos, siendo común para referirse a aquellos devotos no pertenecientes a la Iglesia católica ni a la ortodoxa.[3]

Nuestra meta no es divertir a los que participan de nuestros cultos, sino que el nombre de Dios sea exaltado y las almas edificadas.

La soberanía de Dios en la salvación de los pecadores

Las iglesias reformadas creen que Dios tiene pleno derecho de dispensar soberanamente Su gracia a los pecadores. Sostienen  y proclaman que la salvación del pecador está en las manos de Dios y no en las de hombre.

En esto se diferencian las iglesias Arminianas. Jacobo Arminio fue un teólogo holandés que vivió entre los años 1560 y 1609 y que se opuso a las enseñazas de las iglesias reformadas, sobre todo en lo que respecta a la soberanía de Dios en la salvación de los pecadores.

Puntos doctrinales son:

1.- La depravación que vino al hombre por causa de la caída no debe describirse como total; el hombre posee aun la habilidad de “hacer lo bueno”, es decir de amar a Dios y obedecerle.

2.- Dios elige o reprueba en base a la fe o a la incredulidad preconocida. En otras palabras, El sabía de   antemano los que habrían de creer y los que no, y en base a ese conocimiento eligió.

          3.- Cristo murió por todos los hombres y por cada uno ellos, aunque sólo los creyentes son salvos.

4.      .- La gracia de Dios puede ser resistida.

5.- En esta vida es imposible llegar a tener la seguridad de salvación, a excepción de recibir alguna revelación personal.

En una reunión realizada en Holanda, en la ciudad de Dort el 9 de mayo de 1619, se escribió un documento para responder a los arminianos, los cuales son defendidos por la iglesia reformada como la más sana expresión de la doctrina bíblica con respecto a la salvación de los pecadores:

 a.      La depravación total del hombre-  Efesios 2: 1-3, Ro 8: 5-8, Jn 6: 44

b.      La elección incondicional- Jn 15:16, Hechos 13: 48, Efe 1: 3-5, Ro 9: 14-24  

c.       La expiación limitada (o particular)- Mt 1: 21, Jn 15:13, Ef 5:25,

d.      La gracia irresistible Ro 8:28-30, 1Tes 1:4-5, 2Tes 2:13-14, 2Tim 1:8-9,2:10

e.       La perseverancia final de los creyentes. Jn 5:24, 10:27-30, 2 Ti 1:12, 1 Pe 1:3-5

La vigencia de la Ley moral de Dios

Creemos que la salvación que Cristo concede por gracia por medio de la fe no solo justifica al pecador, sino que también lo santifica (Ro 6:17-18, 2 Cor 5:17) y esa santidad no es otra cosa que una obediencia universal (aunque no perfecta en esta vida) a los mandamientos de Dios.

El creyente verdadero anhela y se esfuerza por obedecer todos los mandamientos de Dios resumidos en Su Ley moral o los 10 mandamientos porque desea conformarse cada vez más al carácter santo de nuestro Señor Jesucristo Ro 7:12, 8:1-4, 1 Pe 2:21, 1 Jn 2:6.

La vida cristiana práctica

Aunque la santidad del creyente nunca será perfecta en esta vida, estos deben perfeccionar:

a.      La santidad en el temor de Dios 2 Cor 7:1.

b.      Mortificar el pecado Ro 8:9-13, Col 3: 5-11

c.       Hacer uso de los medios de gracia: la lectura de la palabra Jn 17:17, la oración Col 4:12,

d.      Participación activa en la vida y ministerio de una iglesia local Hechos 2:41-42, 47

e.       Sometimiento voluntario a la guía y dirección pastoral 1 Tes 5:12-13, Efe 4:11-16, He 13:7, 17

Somos una iglesia Evangélica, bautista y reformada.  No debemos tenerle temor a las clasificaciones. Si se usan en una forma adecuada y con el significado correcto pueden ser un instrumento útil de comunicación, y nosotros estamos llamados como Iglesia a comunicar al mundo con precisión y claridad lo que creemos.

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